La Historia del barrio de Santa Clara
Por el relato de dos antiguos moradores del barrio, Don Jorge Conchambai y Don Rafael Mullo, se ha
podido rescatar ciertos datos de la historia del barrio de Santa Clara. Ellos coinciden en que los primeros habitantes del barrio fueron l os indígenas de la Comuna de Santa Clara. Muy probablemente la comuna de Santa Clara era un vestigio de algún grupo indígena, anterior a la conquista, que habito en estas tierras.
La Comuna tenía como actividad productiva principal la elaboración de pondos hechos de tierra
traída del sector del Inca, según nos refiere don Rafael Mullo. Estos pondos se utilizaban para almacenar la chicha y el agua. Otras actividades de la comuna se
relacionaban con tareas agrícolas y la elaboración de ladrillos, ollas y vasijas. De la comuna de Sta. Clara podemos rescatar sus jornadas de limpieza (mingas) de las
vertientes del Pichincha que dotaban del líquido vital a los comuneros. Según relatos de Don Jorge Cochambai, cuando los comuneros visitaban la montaña, llevaban consigo
trago, cucayo, ají y cebolla. El trago era para combatir el frío, el ají para la circulación y la cebolla para combatir los dolores estomacales.
Uno de los puntos más interesantes de la Comuna de Sta. Clara eran sus leyendas, que
comunmente se associaban con el cementerio comunitario. Las más conocidas eran:
- La caja ronca: todas las noches se escuchaba un sonido muy particular que los comuneros asociaban con las almas en pena.
- El cura sin cabeza: quiénes se aventuraban por las noches, relataban su
encuentro con este peculiar personaje.
- El duende: un ser que sembraba el temor especialmente entre los niños.
- La viudad: una hermosa mujer, que según los relatos, levitaba y a los comuneros que se encontraba
n con ella producía efectos como los de la epilepsia.
Todo estos encuentros ocasionaban una extraña enfermedad, el mal de viento, para lo cual el
antídoto era el agua bendita, la bendición de un cura ó un buen trago.
El barrio de Santa Clara encierra mucha riqueza en su cultura e historia. Cuando visite Quito, le
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